Me he animado a ver la tercera temporada de El Ministerio del tiempo con cierto reparo, porque la segunda se me había hecho larga. No obstante, esta tanda, pese a ser también extensa, me ha resultado más entretenida y liviana.
El cambio de protagonistas se ha notado. Julián muere en el primer capítulo y no se le da excesiva importancia al fallecimiento y le sustituye Pacino, que aporta un toque de humor. A mitad de temporada Amelia deja la serie de forma forzada y el trío se queda bastante cojo.
Los guionistas lo salvan dando más protagonismo a Irene, Angustias y Ernesto, quienes participan activamente en las misiones.
Además, introducen un nuevo personaje: Lola Mendieta en versión joven. Macarena García (La otra mirada) encaja a la perfección.
En cuanto a los secundarios el plantel es de primera, como viene siendo habitual. Elena Rivera (Inés del alma mía) es Margarita de Austria, Miguel Ángel Muñoz (Un paso adelante) Gonzalo Guerrero, e Itzan Escamilla (Élite) junto a Juan Pablo Shuk (Pasión de gavilanes) encarnan a Simón Bolivar en distintas etapas de su vida.
La familia Guillén Cuervo se une a Cayetana (Irene) con la intervención de Fernando Guillén Cuervo como el duque de Lerma y la mención a Fernando Guillén y Gemma Cuervo en el último episodio.
Hay una trama central en la que dos grupos, uno de extrema derecha y otro de extrema izquierda, intentan controlar el Ministerio. Sin embargo, lo más interesante de la temporada son las historias de cada capítulo en cada época y el buen ritmo que atrapa al espectador.
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