La tercera temporada de Solo asesinatos en el edificio recupera el ritmo y el sentido del humor negro de la primera.
Tras una segunda tanda un tanto decepcionante, empecé esta con ciertas reservas. Sin embargo, me ha sorprendido muy gratamente y me ha dejado con ganas de comenzar con la cuarta.
El muerto, matado y rematado, es Ben Glenroy (Paul Rudd) el actor principal de la obra que dirige Oliver. A priori, es una estrella déspota y atormentada, aunque nos muestran sus vulnerabilidades y acabamos apiadándonos de él.
¿Los sospechosos? El resto del elenco encabezado por Meryl Streep como la misteriosa Loretta.
Las vidas privadas y relaciones amorosas del trío protagonista cobran más relevancia. También asistimos a su enfado y reconciliación y comprobamos que en muchos de los capítulos Mabel es la única que investiga.
No obstante, momentos como el de la escalera en la tienda de costura y el de la supuesta boda demuestran que continúan en plena forma y con su particular ingenio.
El desfile de caras conocidas sigue impresionando. Aparte de Rudd y Streep tenemos a Ashley Park (Mindy en Emily en París) y a Matthew Broderick. Además, ya hay un nuevo crimen por resolver: el de Jane Lynch (inolvidable Sue Sylvester en Glee).
Está renovada para una quinta entrega. ¡Larga vida al podcast y al Arconia!
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