Pocas series pueden presumir de tener una temporada sin estrenar y estar ya rodando la siguiente. Es el caso de 'Las chicas del cable' que el 9 de agosto estrena su cuarta temporada y ya está rodando la quinta en la que, se rumorea, no participará Maggie Civantos, que da vida a Ángela.
Rumores aparte, está claro que Netflix apuesta fuerte por la que se convirtió en su primera ficción nacional. Antes de empezar con los nuevos episodios, ¿qué mejor que recordar cómo les fue a las protagonistas en la tercera tanda?
La temporada comienza pisando fuerte con la boda de Lidia y Carlos. El acontecimiento se ve truncado cuando se desata un incendio en la iglesia y, supuestamente, fallece Eva, la hija de la pareja. Lidia tiene claro que el bebé no está muerto y que su suegra está involucrada en el suceso y removerá cielo y tierra para demostrarlo.
Se hace un poco pesada la búsqueda porque se dilata bastante y el espectador tiene claro que no llegará al desenlace de la trama hasta el capítulo final de la temporada. La escena final es impactante ya que, con la ayuda de Francisco, Lidia recupera a Eva, pero este es herido, supuestamente, de muerte. Confío en que el personaje no fallezca en realidad, porque es uno de mis favoritos y tiene mucha más química con Lidia que Carlos.
El incendio provoca también consecuencias en la vida del resto de amigas. La ingenua Marga verá como su querido Pablo resulta herido. Esto coincide con la irrupción en sus vidas de Julio, el pícaro gemelo de Pablo (personaje que se han sacado de la manga los guionistas y que sirve al actor Nico Romero para lucirse, por encarnar a ambos hermanos). Marga tendrá que decidir de quién de los dos está enamorada. Llamadme tradicional, pero me gusta más Pablo, que es más predecible.
El padre de Carlota fallece en el incendio, tras reconciliarse con su díscola hija. Así, la progresista Carlota se convertirá en una rica heredera y dedicará fondos a defender la libertad de las mujeres. Pagará un precio por ello, que no eran tiempos muy reivindicativos, y entenderá que el fin no justifica los medios.
El incendio supone el fin del anonimato de para Ángela, que había acudido a la boda a ver a su amiga. Hace un pacto con Cuevas para sacar a la luz los turbios negocios de Guzmán. La relación entre el policía y la telefonista sigue siendo turbia y no nos queda nada claro quién es él en realidad.
La temporada termina con la compañía telefónica por los aires y la trama avanzará un año para el inicio de la cuarta. ¿Se salvará Francisco? Esperemos que sí. ¿Reconstruirán la compañía? Sino necesitarán un nuevo título para la serie. Todo eso y mucho más el 9 de agosto.
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Rumores aparte, está claro que Netflix apuesta fuerte por la que se convirtió en su primera ficción nacional. Antes de empezar con los nuevos episodios, ¿qué mejor que recordar cómo les fue a las protagonistas en la tercera tanda?
La temporada comienza pisando fuerte con la boda de Lidia y Carlos. El acontecimiento se ve truncado cuando se desata un incendio en la iglesia y, supuestamente, fallece Eva, la hija de la pareja. Lidia tiene claro que el bebé no está muerto y que su suegra está involucrada en el suceso y removerá cielo y tierra para demostrarlo.
Se hace un poco pesada la búsqueda porque se dilata bastante y el espectador tiene claro que no llegará al desenlace de la trama hasta el capítulo final de la temporada. La escena final es impactante ya que, con la ayuda de Francisco, Lidia recupera a Eva, pero este es herido, supuestamente, de muerte. Confío en que el personaje no fallezca en realidad, porque es uno de mis favoritos y tiene mucha más química con Lidia que Carlos.
El incendio provoca también consecuencias en la vida del resto de amigas. La ingenua Marga verá como su querido Pablo resulta herido. Esto coincide con la irrupción en sus vidas de Julio, el pícaro gemelo de Pablo (personaje que se han sacado de la manga los guionistas y que sirve al actor Nico Romero para lucirse, por encarnar a ambos hermanos). Marga tendrá que decidir de quién de los dos está enamorada. Llamadme tradicional, pero me gusta más Pablo, que es más predecible.
El padre de Carlota fallece en el incendio, tras reconciliarse con su díscola hija. Así, la progresista Carlota se convertirá en una rica heredera y dedicará fondos a defender la libertad de las mujeres. Pagará un precio por ello, que no eran tiempos muy reivindicativos, y entenderá que el fin no justifica los medios.
El incendio supone el fin del anonimato de para Ángela, que había acudido a la boda a ver a su amiga. Hace un pacto con Cuevas para sacar a la luz los turbios negocios de Guzmán. La relación entre el policía y la telefonista sigue siendo turbia y no nos queda nada claro quién es él en realidad.
La temporada termina con la compañía telefónica por los aires y la trama avanzará un año para el inicio de la cuarta. ¿Se salvará Francisco? Esperemos que sí. ¿Reconstruirán la compañía? Sino necesitarán un nuevo título para la serie. Todo eso y mucho más el 9 de agosto.
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