La miniserie Asalto al Banco Central ha sido comparada con La casa de papel porque ambas son producciones españolas cuya trama se centra en un robo y comparten algunos actores.
Sin embargo, las similitudes las dos series terminan ahí. Si en La casa de papel el tono, especialmente en sus primeras temporadas, es festivo y los ladrones son muy creativos, aquí el tono es mucho más sombrío y los delincuentes son pobres diablos.
Cuenta con cinco episodios y está basada en un hecho real: el atraco al Banco Central de Barcelona, ocurrido el 23 de mayo de 1981.
La joven periodista Maider Garmendia llega a la ciudad condal desde el País Vasco, tras presenciar el asesinato de su padre, periodista también, en un atentado. Va a trabajar en Diario de Barcelona y la primera historia que cubre es el atraco, para lo que cuenta con la ayuda del experimentado fotógrafo Berni, quien arrastra sus propios demonios.
El dúo trata de conseguir información exclusiva a través del comisario López, encargado del caso, aunque pronto se dan cuenta de que altos cargos como el delegado del Gobierno, generales y el mismísimo presidente están reuniéndose para buscar una solución al conflicto.
Por Tito Valverde, aquí el general Aramburu Topete, no pasan los años desde El comisario que terminó en 2009.
Los atracadores están encabezados por Miguel Herrán como “El rubio” y Juanjo Ballesta como su “número 2”. Vemos parte de su pasado que les ha hecho llegar hasta allí.
No se hace larga, pese a que el ritmo no es trepidante. Entretiene, pero echo en falta que dé más datos sobre los misteriosos motivos del robo relacionados con el CESID y el 23-F.
El final es, tal y como ocurrió en realidad, un misterio sin resolver.
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