Desastroso. Es la palabra que definiría el final de "Las chicas del cable" después de cinco temporadas.
Las telefonistas más famosas de la tele, que hace tiempo que dejaron de ser telefonistas, han tenido una temporada de lo más dramática para culminar en una tragedia total.
Netflix ha optado por dividir los capítulos, de cinco en cinco, y estrenarlos en dos tandas, en febrero y julio. La primera mitad se centra en la Guerra Civil.
Lidia vuelve a España tras años en EEUU con Francisco, la pequeña Eva y Sofía, la hija de Ángeles a la que adoptó al quedarse huérfana. Lo hace porque Sofía se ha fugado para alistarse y luchar por la República y Lidia quiere impedir que la hagan daño.
El personaje de Sofía toma protagonismo en estos episodios y lo interpreta Denisse Peña, que ha crecido mucho desde que diera vida a la adorable Evelyn en "El internado".
Las amigas se unirán para buscar a Sofía y encontraremos a viejos conocidos como Carlos, convertido en militar, cuyo trágico fallecimiento será el cierre de la primera tanda.
La segunda, y última, parte se centra en el Franquismo. Doña Carmen reaparecerá de la tumba (es imposible que nadie pueda sobrevivir a tanto) como responsable de un campo de reeducación de mujeres por el que acabarán pasando todas las protagonistas.
Ellas organizarán la liberación del campo con huida en tren a Francia incluida. Y aquí llega el final apoteósico: las cuatro "chicas del cable" se "sacrifican" por el bien común y son fusiladas por los franquistas, permitiendo que el resto de mujeres y niños y sus propias parejas e hijos se salven.
¿Heroico? Sin duda. ¿Necesario? Para nada. Los guionistas han querido demostrar la heroicidad de tantas mujeres en la lucha en esos tiempos convulsos y es una gran idea para un documental, pero no para una serie en la que, después de cinco temporadas de adversidades, los espectadores merecíamos un final feliz.
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