Disney+ estrenaba en noviembre de 2022 la serie Willow, una secuela de la película del mismo nombre.
En el filme de fantasía, de 1988, Willow vive un sinfín de aventuras para proteger a la pequeña Enola quien, según una profecía, es la encargada de derrotar a la malvada reina Bavmorda.
La serie toma el testigo más de 20 años después de derrotar a Bavmorda. La reina Sorsha ha criado a sus hijos Kit y Airk y protegido a Enola durante todo este tiempo. Sin embargo, una nueva amenaza hará que Airk sea secuestrado y la princesa Kit, acompañada de un variopinto grupo, acudirá en su rescate.
No podían faltar en el mismo Enola, quien no conoce su verdadera identidad, y el mítico Willow, que se convertirá en su mentor. La relación entre ambos es uno de sus puntos fuertes.
Es entretenida, ligera y fácil de ver. Al empezarla optamos por parar y volver a ver la película, que la teníamos un poco olvidada. Nos ayudó a meternos en la historia, aunque se entiende sin necesidad de verla.
Como puntos de mejora: se echa de menos más ritmo en algunas partes, en las que los personajes se pierden con tanto diálogo; la música y algunos vestuarios no acaban de encajar con el mundo medieval que recrea; y el humor a veces se agradece, pero otras está forzado.
Cuenta con un cameo muy especial, el de Rachel Bearman, uno de los tres bebés que interpretó a Enola en el filme. Aparece en una escena del primer capítulo.
La temporada tiene ocho episodios y han confirmado que no la renuevan. Su final es cerrado y es ideal para los amantes de la fantasía y los nostálgicos de la trama original.
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