Con esta entrada corro el riesgo de parecer una fanática de 'Juego de tronos' y, aunque es una de las series que más me gusta de las que sigo en la actualidad, prometo que no me he vuelto loca aún.
En mi reciente viaje a Irlanda terminamos, sin comerlo ni beberlo, muy cerca de muchas de las localizaciones de la ficción y, pese a ir un poco justos de tiempo, decidimos acercarnos a ver alguna.
Puerto de Ballintoy – Las islas de hierro
Los dominios de los Greyjoy se contemplan desde este pequeño puerto. Al lado del mismo encontramos la cala donde Theon fue consagrado al Dios Ahogado.
Merece la pena la visita y dar un paseo por los alrededores donde, en un bucólico paisaje irlandés, pastan libres las ovejas.
Además, comimos, en el único café que hay allí, un plato casero a muy buen precio. Conscientes del tirón de 'Juego de tronos' tenían a la venta unas chocolatinas como souvenir.
Downhill Strand – Rocadragón
Antes de que San Juan de Gaztelugatxe se convirtiese en Rocadragón, la residencia de los Targaryen estuvo ubicada en Downhill Strand. Concretamente en las primeras temporadas, cuando Daenerys aún no había regresado, sus dominios estaban ocupados por la extinta casa Baratheon.
Allí fuimos testigos de cómo Melisandre, junto con Stannis Baratheon y sir Davos, quemaban las estatuas de los Siete Dioses para honrar al Señor de la Luz. La locura acababa de empezar.
La localización desde arriba, en el parque que acoge la antigua mansión del obispo de Derry, es espectacular. Sólo tengo una pequeña observación que hacer a los lugareños: si no metiesen los coches a la playa ayudarían a preservar el medio ambiente y el paisaje.
No nos dio tiempo a visitar ninguno más, pero, para descubrir el resto de lugares donde grabaron la serie, lo mejor es guiarse por esta entrada de El rincón de Sele, que lo explica a la perfección.
Me despido con una foto que sacamos desde el coche. No es del auténtico 'Camino Real', recorrido por Arya Stark, aunque bien pudiera serlo.
En mi reciente viaje a Irlanda terminamos, sin comerlo ni beberlo, muy cerca de muchas de las localizaciones de la ficción y, pese a ir un poco justos de tiempo, decidimos acercarnos a ver alguna.
Puerto de Ballintoy – Las islas de hierro
Los dominios de los Greyjoy se contemplan desde este pequeño puerto. Al lado del mismo encontramos la cala donde Theon fue consagrado al Dios Ahogado.
Merece la pena la visita y dar un paseo por los alrededores donde, en un bucólico paisaje irlandés, pastan libres las ovejas.
Además, comimos, en el único café que hay allí, un plato casero a muy buen precio. Conscientes del tirón de 'Juego de tronos' tenían a la venta unas chocolatinas como souvenir.
Downhill Strand – Rocadragón
Antes de que San Juan de Gaztelugatxe se convirtiese en Rocadragón, la residencia de los Targaryen estuvo ubicada en Downhill Strand. Concretamente en las primeras temporadas, cuando Daenerys aún no había regresado, sus dominios estaban ocupados por la extinta casa Baratheon.
Allí fuimos testigos de cómo Melisandre, junto con Stannis Baratheon y sir Davos, quemaban las estatuas de los Siete Dioses para honrar al Señor de la Luz. La locura acababa de empezar.
La localización desde arriba, en el parque que acoge la antigua mansión del obispo de Derry, es espectacular. Sólo tengo una pequeña observación que hacer a los lugareños: si no metiesen los coches a la playa ayudarían a preservar el medio ambiente y el paisaje.
No nos dio tiempo a visitar ninguno más, pero, para descubrir el resto de lugares donde grabaron la serie, lo mejor es guiarse por esta entrada de El rincón de Sele, que lo explica a la perfección.
Me despido con una foto que sacamos desde el coche. No es del auténtico 'Camino Real', recorrido por Arya Stark, aunque bien pudiera serlo.
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