Cuatro y Antena 3 han terminado
recientemente la emisión de un par de realities
ligados al mundo del amor.
La cadena de Mediaset nos ha deleitado
con 'Un príncipe para tres princesas'. Tras la exitosa 'Un príncipe para Corina' y la fallida 'Un príncipe para Laura', los guionistas han decidido
darle una vuelta de tuerca al formato. En las dos primeras temporadas
variopintos pretendientes trataban de conquistar a las protagonistas, todo ello
envuelto en una estética de cuento de hadas y con un casting y un montaje
merecedores de un Oscar.
Ahora, el número de princesas se ha multiplicado,
manteniendo el de los pretendientes. Hemos visto a Marta, rubia y tradicional,
a Rym, pelirroja y exótica, y a Yiya, morena e indescriptible.
El casting ha vuelto a ser un acierto
total. Marta era lo más parecido a lo que vimos en Corina y Laura. Por su
parte,Rym y Yiya resultaban más imprevisibles. La primera era muy divertida y
con buen humor y la segunda egocéntrica e intensa, muy intensa.
¿Qué decir de los pretendientes? Entre
muchas otras joyas destacaban Josh (el tercero por la derecha, de pie), que
creía en los aliens; Alfredo (justo detrás de Rym), un poeta del siglo XXI; y Nacho
(el segundo por la derecha, de rodillas), la alegría personificada. La elección
final fue sorprendente en el caso de Marta, que decidió irse sola, y más
esperada en el de Rim y Yiya que optaron por el navarrísimo David (justo detrás
de Marta) y el alternativo Borja (el primero por la izquierda, de pie).
Por supuestísimo, ninguna de las
relaciones ha sobrevivido a la cruda realidad, pero el objetivo principal se ha
cumplido con creces: alegrarnos las noches de los lunes.
Ese duro día de inicio de semana ha
sido el mismo elegido por Antena 3 para estrenar su segunda edición de 'Casados
a primera vista'. Cinco parejas que no se conocen de nada y ni siquiera se han
visto nunca antes, contraen matrimonio y comparten luna de miel y un mes de
convivencia. Al finalizar el programa deberán decidir si siguen casados o se
divorcian.
El método para emparejarlos está
elaborado por un equipo de psicólogos que los examinan previamente buscando
compatibilidades. Si algún día os veis en la necesidad de acudir a un
profesional de la psicología no, y repito no, elijáis a nadie de este equipo.
En las dos ediciones sólo tres parejas (una en la primera y dos en la segunda)
han decidido seguir adelante con el matrimonio y ninguna de ellas sigue junta a
día de hoy.
El tono es bastante más dramático que
el de las princesas, por lo que solía ver Cuatro y, en
los intermedios, conectaba con los casados. No obstante, está bien a modo de
reflexión porque algunas de las actitudes y comportamientos que vemos en los
concursantes te hacen verte reflejado o te recuerdan a personas de tu entorno.
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