Mi terrible atasco con la ficción
americana ha provocado que haga siglos que no estrene nada. Sin embargo, cuando
decides ver una serie con otra persona lo mejor es empezar de cero. Y eso es,
precisamente, lo que he hecho con ‘Juego de tronos’.
La aclamadísima producción de HBO es
un auténtico fenómeno de crítica y público. Aquí, entre nosotros, confesaré que
cuando todo el mundo dice que le encanta algo tiendo a echar a temblar, porque
mis gustos no suelen ir de la mano de los de la mayoría.No obstante, tras estar
cerca de finalizar la segunda temporada debo admitir que 'Juego de tronos' engancha,
y mucho.
Basada en la serie de libros de George
R. R. Martín 'Canción de hielo y fuego' (que aún no ha terminado de escribir) su
acción, con algunos elementos mágicos, se sitúa en una época similar al medievo
y sus personajes se mueven guiados por el honor, la riqueza, el amor y, sobre
todo, el poder, que todos ansían.
Exactamente como en las sociedades
medievales, un rey, desde el Trono de Hierro, domina los "Siete Reinos de
Poniente" y en cada zona tiene a un poderoso noble, cabeza de una de las
principales casas, que es el encargado de salvaguardar sus intereses y mantener
la paz. El rey, como no podía ser de otra forma, tiene incontables enemigos que
intentan ocupar su lugar, ya que ese es el objetivo final de prácticamente
todos: sentarse en el Trono de Hierro.
A partir de aquí comienzan los spoilers. Cuando el rey fallece, en
turbias circunstancias, se desatará una guerra civil porque las distintas casas
sienten que tienen derecho a ocupar el trono. Están los Lannister, la familia
tremendamente rica de la reina viuda y madre del supuesto heredero; los
Baratheon, hermanos del fallecido rey; los Targaryen, antiguos ocupantes del
Trono hasta ser derrocados; los Greyjoy, piratas saqueadores… En medio de todos
ellos se sitúan los Stark, señores de Invernalia al norte de Poniente, que
buscan vengar la muerte del cabeza de familia ejecutado injustamente por los
Lannister.
Los protagonistas se van desplazando,
encontrando y perdiendo, por todo el continente mientras avanza la trama, que
cuenta con amplias dosis de violencia y sexo, en ocasiones, evitables. Hasta el
momento, me he sorprendido con los asesinatos del rey, Robert Baratheon, y de
su hermano pequeño, Renly, y he lamentado el de Ned Stark.
Pese a intuir que muchos de ellos
fallecerán, más pronto que tarde, es difícil no coger cariño a personajes como
Daenerys Targaryen, madre de los dragones; el sagaz Tyrion Lannister; y el
honorable y valiente clan Stark.
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