Blair Waldorf
cuenta con un arma infalible para apoyarla en su reinado: sus características
diademas. Si es imposible imaginar a Superman sin su capa, es muy raro ver a
Queen B sin sus diademas. Además, como no podía ser de otra forma, marca
tendencia, ya que todas sus fieles seguidoras también lucen el mismo
complemento.
Eso sí, una
fashionista como ella no podía tener sólo una. Su colección es muy extensa y se
divide por colores y formas.
En tonos blancos y
beige
Negras
Marrones
Rojas
Verdes
Azules y amarillas
E incluso con
piedrecitas, de un estilo más hippie y con flores
Su amiguísima del
alma, Serena van der Woodsen, no quiere ser menos y también hace sus pinitos en
el mundo de las diademas. Sin embargo, si Serena la lleva Blair no, que ante
todo hay que ser exclusiva y única.
Hasta su salto a la
Universidad Queen B no se quita este complemento. A partir de entonces lo luce
más esporádicamente, pero sigue siendo una de sus señas de identidad y, por
supuesto, no podía faltar en sus bodas.
Para los fans de
las diademas de Blair la diseñadora Jennifer Behr puso a la venta una colección de ocho, en la que destacaba la que lucía en su enlace con Chuck Bass,
realizada con cristales de Swarovski. El precio del lote era acorde a la clase social del personaje: 4.000
dólares.
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