La mayor parte de las series americanas han terminado sus temporadas por lo que yo también he empezado a finiquitarlas para que no se me acumule el trabajo. Entre las últimas que he visto están la sexta temporada de 'Mujeres desesperadas' y la séptima de 'One tree hill'. Y la conclusión es clara: sobran psicokillers.
Aviso para navegantes: este post va a estar plagado de spoilers así que si no habéis visto las mencionadas series y pretendéis hacerlo podéis saltaros trozos.
Mujeres desesperadas
Teniendo en cuenta que ha emitido su sexta temporada la serie sigue manteniendo un buen ritmo y consigue sorprender a los espectadores. De momento, han firmado para una séptima temporada y en el capítulo final ya nos han avanzado algunas tramas de lo que va vendrá.
Susan fuera del barrio, la vuelta de Paul Young, la verdad sobre el atropello de la señora Solis, la nueva maternidad de Lynette… son algunas de las historias que narrarán a partir de este otoño.
Hasta ahora hemos asistido a la muerte de Carl Mayer, en lo que fue uno de los mejores episodios de la temporada, los problemas económicos de Mike y Susan (que, sinceramente, no entiendo porqué no resuelve ella, que para algo ha heredado…), la marcha de Katherine después de que se convierta en lesbiana y la reconciliación y posterior separación de Bree y Orson.
Pero sin duda lo que más ha destacado de la temporada ha sido la proliferación de psicokillers. Llegó un momento en el que se podía confundir ‘Mujeres desesperadas’ con cualquier serie de policías. Es cierto que desde su primera temporada, la producción ha apostado por el misterio. Cada tanda de capítulos ha contado con su propio enigma, a menudo, protagonizado por la familia nueva que se mudaba a Wisteria Lane.
La sexta temporada no ha sido una excepción y parecía que el misterio central era la familia Bolen, que se traslada a la localidad de Fairview para escapar de un psicópata terrorista con el que se han relacionado en el pasado. Ese tipo de cosas que le pasan a uno todos los días. Sin embargo, se ve que los guionistas no se quedaron a gusto con esta trama y decidieron incluir la historia del estrangulador de mujeres, que no era otro que Eddie, un amigo de los hijos de Lynette. Eddie se dedica a asesinar a unas cuantas chicas y, finalmente, se entrega a la policía. Y para rematar la faena aparece en escena Sam van de Kamp, el hijo ilegítimo de Rex, el primer marido de Bree. ¿Culebronesco? Pues aún queda lo mejor de la jugada… Sam es un chantajista y, gracias a sus artimañas, consigue hacerse con la compañía de Bree.
Tres por el precio de uno…
One tree hill
La serie que nunca acaba ha emitido su séptima temporada. Lo que empezó siendo una producción destinada al público adolescente se convirtió, en la quinta temporada, en una serie adulta, gracias a un salto en el tiempo de cinco años.
La séptima ha sido la primera temporada sin Luke y Peyton, dos de los protagonistas que han abandonado la producción. Por ello, se han introducido varios personajes nuevos como una hermana de Haley, que se han sacado de la manga; el representante de Nathan y una modelo/actriz que, no se sabe muy bien como, se acaba instalando en Tree Hill.
En general la historia ha sido entretenida. Ha habido un poco de drama con la muerte de la madre de Haley, una historia de celos entre Brooke y Julian, un montón de personajes secundarios que aparecen y desaparecen y algunos episodios en los que no pasa absolutamente nada. Sin embargo, todos estos ingredientes no eran suficientes para los guionistas que, como todos sabemos, están entre los más temerarios de la televisión. Ya habíamos tenido a un psicópata obsesionado con Peyton y a una niñera loca por Jamie. Esta temporada no podía ser menos y ha aparecido una tenista obsesionada con Clay. Al menos, la trama no ha tenido mucho impacto, pero el último capítulo finaliza con nuestra psicokiller particular disparando a Clay y a Quinn, así que habrá que esperar a la siguiente temporada para ver quién sobrevive. Ojalá no alarguen esta historia…
Aviso para navegantes: este post va a estar plagado de spoilers así que si no habéis visto las mencionadas series y pretendéis hacerlo podéis saltaros trozos.
Mujeres desesperadas
Teniendo en cuenta que ha emitido su sexta temporada la serie sigue manteniendo un buen ritmo y consigue sorprender a los espectadores. De momento, han firmado para una séptima temporada y en el capítulo final ya nos han avanzado algunas tramas de lo que va vendrá.
Susan fuera del barrio, la vuelta de Paul Young, la verdad sobre el atropello de la señora Solis, la nueva maternidad de Lynette… son algunas de las historias que narrarán a partir de este otoño.
Hasta ahora hemos asistido a la muerte de Carl Mayer, en lo que fue uno de los mejores episodios de la temporada, los problemas económicos de Mike y Susan (que, sinceramente, no entiendo porqué no resuelve ella, que para algo ha heredado…), la marcha de Katherine después de que se convierta en lesbiana y la reconciliación y posterior separación de Bree y Orson.
Pero sin duda lo que más ha destacado de la temporada ha sido la proliferación de psicokillers. Llegó un momento en el que se podía confundir ‘Mujeres desesperadas’ con cualquier serie de policías. Es cierto que desde su primera temporada, la producción ha apostado por el misterio. Cada tanda de capítulos ha contado con su propio enigma, a menudo, protagonizado por la familia nueva que se mudaba a Wisteria Lane.
La sexta temporada no ha sido una excepción y parecía que el misterio central era la familia Bolen, que se traslada a la localidad de Fairview para escapar de un psicópata terrorista con el que se han relacionado en el pasado. Ese tipo de cosas que le pasan a uno todos los días. Sin embargo, se ve que los guionistas no se quedaron a gusto con esta trama y decidieron incluir la historia del estrangulador de mujeres, que no era otro que Eddie, un amigo de los hijos de Lynette. Eddie se dedica a asesinar a unas cuantas chicas y, finalmente, se entrega a la policía. Y para rematar la faena aparece en escena Sam van de Kamp, el hijo ilegítimo de Rex, el primer marido de Bree. ¿Culebronesco? Pues aún queda lo mejor de la jugada… Sam es un chantajista y, gracias a sus artimañas, consigue hacerse con la compañía de Bree.
Tres por el precio de uno…
One tree hill
La serie que nunca acaba ha emitido su séptima temporada. Lo que empezó siendo una producción destinada al público adolescente se convirtió, en la quinta temporada, en una serie adulta, gracias a un salto en el tiempo de cinco años.
La séptima ha sido la primera temporada sin Luke y Peyton, dos de los protagonistas que han abandonado la producción. Por ello, se han introducido varios personajes nuevos como una hermana de Haley, que se han sacado de la manga; el representante de Nathan y una modelo/actriz que, no se sabe muy bien como, se acaba instalando en Tree Hill.
En general la historia ha sido entretenida. Ha habido un poco de drama con la muerte de la madre de Haley, una historia de celos entre Brooke y Julian, un montón de personajes secundarios que aparecen y desaparecen y algunos episodios en los que no pasa absolutamente nada. Sin embargo, todos estos ingredientes no eran suficientes para los guionistas que, como todos sabemos, están entre los más temerarios de la televisión. Ya habíamos tenido a un psicópata obsesionado con Peyton y a una niñera loca por Jamie. Esta temporada no podía ser menos y ha aparecido una tenista obsesionada con Clay. Al menos, la trama no ha tenido mucho impacto, pero el último capítulo finaliza con nuestra psicokiller particular disparando a Clay y a Quinn, así que habrá que esperar a la siguiente temporada para ver quién sobrevive. Ojalá no alarguen esta historia…
Comentarios
Las desesperadas nunca me gustaron... así que ni se quien son los personajes!
Pero sí... el psicokiller siempre está ahí... en la de Pretty Little Liars habrá uno (o más, aun no se sabe)... en Gossip no tardará... y así seguimos, jajja
No sigo OTH, ni siquiera sabía que Chad Michael Murray había dejado la serie...
Por cierto, me he enterado de que FDF va a estrenar un montón de series nuevas.