Generalmente, los arranques de cualquier serie son frescos y novedosos y, a medida que avanza, pierde esa capacidad de sorprender. Es, en parte, lo que le pasa a la segunda temporada de Solo asesinatos en el edificio.
Pese a todo, entretiene y tiene cuerda para rato (no olvidemos que ya hay una tercera emitida y la cuarta se estrena el 27 de agosto).
El trío protagonista se enfrenta a un nuevo psicópata que trata de incriminarles en la muerte de su vecina y presidenta de la comunidad Bunny. Es entonces cuando su rival en el mundo de los true crime podcasts Cinda Canning (Tina Fey) les rebautiza como Solo asesinos en el edificio.
¿Quién les odia tanto? ¿Qué enemigos tenía la víctima? ¿Quién era su familia?
Durante estos capítulos Charles y Mabel rememoran la relación con sus padres y analizan sus parejas sentimentales y Oliver estrecha su vínculo con su hijo.
Alegra reencontrarse con los culpables de los crímenes de la primera temporada y ver cómo mantienen la relación con los personajes.
El desfile de caras conocidas es incesante, entre otras, Cara Delevingne, Amy Schumer y la inolvidable Shirley MacLaine.
Algunos momentos, en los que los autores del podcast y el culpable juegan al gato y al ratón, resultan agobiantes. Sin embargo, los compensan con situaciones absurdamente cómicas, que son el alma de la serie y me hacen reír a carcajada limpia, como que Oliver se siente a descansar un rato en plena persecución al asesino.
Comentarios