Almería, años 60. María combina varios trabajos para ayudar a su madre viuda a mantener a sus dos hermanos más jóvenes. Pese a sus esfuerzos, apenas logran llegar a fin de mes y el desahucio los acecha.
El rudo terrateniente manchego Ramón Cervantes se presenta en el pueblo andaluz en busca de esposa y elige a Luisa, la hermana pequeña de la protagonista, ofreciéndose a aliviar la situación económica de su familia. María decide sacrificarse ocupando su lugar. El matrimonio se celebra y se mudan a Castilla.
Al llegar, ella descubre que no se ha casado con Ramón, sino, por poderes, con su sobrino Manuel, que está traumatizado tras la misteriosa desaparición de su primera mujer.
La almeriense tendrá que soportar el duro trabajo en el campo y el trato brusco de sus nuevos parientes. Poco a poco, irá haciéndose un hueco en su actual hogar y en el corazón de Nicolás, el asalvajado hijo de Manuel. Sin embargo, un secreto la inquieta ¿qué pasó con la madre del pequeño?
Entre tierras tiene diez episodios y la historia queda completamente cerrada. El arranque engancha, con la adaptación de la protagonista al entorno hostil y el enigma por resolver.
No obstante, a partir del séptimo capítulo el argumento desvaría iniciando nuevas tramas, incorporando a un despiadado villano y enrevesándose hasta perder el Norte y acabar en un cruel final.
Juanjo Puigcorbé está inmenso como antagonista con algo de corazón y me ha alegrado reencontrarme con Unax Ugalde (Vivir sin permiso) y Begoña Maestre (El final del camino).
Sería mucho más recomendable si eliminasen la última parte.
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