Tenía bastantes expectativas puestas en Tripulación perdida tras ver su trailer, pero, como me ha pasado con los últimos productos de la saga Star Wars (Ahsoka, The acolyte), me ha defraudado un poco.
No es que no me haya gustado, es que debería estar mejor especificado que está dirigida a un público más infantil y adolescente.
El planeta At Attin es un remanso de paz. Sus habitantes llevan vidas tranquilas, seguras y acomodadas y la estética es similar a la de los suburbios de clase media de EE. UU. en los años sesenta.
Sin embargo, para el joven Wim esto no es suficiente. Siente que su presente, y su futuro, son aburridos y ansía aventuras. La curiosidad, y la casualidad, hacen que, junto a su amigo Neel y sus compañeras de instituto Fern y KB, acaben perdidos en la galaxia.
Sus caminos se cruzan con el de Jod Na Nawood (Jude Law) y juntos se embarcan en una misión para volver a casa. Precisamente, el personaje de Jude Law y la ausencia de un esperado giro argumental han supuesto mis mayores decepciones.
Entre los aspectos positivos destacan que es una miniserie cuyo argumento concluye, ligera, entretenida e ideal para ver en familia. Además, tiene un mensaje subliminal interesante. ¿Son realmente libres con el estilo de vida que llevan en At Attin o están totalmente controlados?
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