La segunda temporada de "Emily en París" sigue la línea de la primera con tramas ligeras y entretenidas, looks siempre a la última, las mejores vistas de la ciudad del amor y un tono de comedia. Además, en estos nuevos capítulos se añade un triángulo amoroso y más peso para los personajes secundarios.
Tras la noche de pasión entre Emily y Gabriel, el chef se queda en la capital francesa y rompe con Camille, quien descubre que entre su ex y la estadounidense ha habido más que una amistad.
Para huir de este triángulo, Emily se embarca en una relación con el inglés Alfie. Todo parece marchar sobre ruedas, pero, en el fondo, ella sigue teniendo sentimientos por Gabriel, que retoma su relación con Camille, y Alfie vuelve a Londres.
¿Culebronesco? Totalmente. Soy fan de Alfie, aunque no le auguro un futuro muy halagüeño.
Mindy, por su parte, comenzará a tocar en un grupo y se enamorará de su colega Benoît.
Descubriremos una Sylvie más sentimental gracias a su relación con Erik, un fotógrafo más joven que ella, y con Laurent, su marido y socio.
En el plano laboral la agencia se revolucionará con la llegada de Madeline, la jefa de Emily de Chicago, que traerá tantos cambios que hará que Sylvie y el resto abandonen el barco y monten su propio proyecto.
¿Emily se quedará con Madeline o se unirá a Sylvie? Esa es una incógnita, aunque sí seguirá en París porque han renovado la serie por una tercera y cuarta temporadas.
Mención aparte merecen los looks y, entre todos ellos, me quedo con este vestido de la colección de Giambasttista Valli para H&M en 2019 del que me declaro totalmente enamorada.
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