El 22 de noviembre el Bárbara de Braganza continuará su viaje hacia Río de Janeiro en Netflix, con el estreno de la segunda temporada de 'Alta mar'. ¿Qué nos depararán los nuevos capítulos? A juzgar por la primera temporada una mezcla entre intriga y carcajada.
No voy a negarlo, 'Alta mar' es lo que calificaría como una "serie mala". Bastante predecible y con actuaciones forzadas a más no poder. Sin embargo, es de las que empiezas y sabes que vas a seguir viendo.
La acción comienza en España, tras la Segunda Guerra Mundial. El Bárbara de Braganza, un trasatlántico último modelo, zarpa hacia Río de Janeiro. En su interior viajan las hermanas Villanueva, que han perdido recientemente a su padre, acompañadas de su tío y del prometido de una de ellas, que es uno de los armadores del barco.
En el trayecto comienzan a suceder desapariciones y asesinatos en los que las hermanas se ven, irremediablemente, involucradas. También conoceremos a parte de la tripulación (al capitán, al oficial Vázquez…) y a miembros del pasaje de la clase más humilde que van a Brasil en busca de un futuro mejor.
Hasta aquí el argumento pinta bien y tiene ingredientes para ser interesante. El problema son las actuaciones y la musiquita que acompaña a algunas secuencias, que hace que dé la sensación de que más que una serie de misterio es una comedia.
Especialmente llamativos son los casos de Carolina Villanueva (Alejandra Onieva), que abre tanto los ojos que parece que se le van a salir, y del oficial Nicolás Vázquez (Jon Kortajarena), que no tiende a mover un músculo de su cara, ni a cambiar su tono de voz.
Pese a todo, como decía, engancha y entretiene. La segunda temporada arrancará con la llegada de unos náufragos a los que auxilian y que, cómo no, traen misterios consigo. ¿Mantendrá el mismo tono o los nuevos personajes harán que varíe? Estaremos atentos para verlo y contarlo…
No voy a negarlo, 'Alta mar' es lo que calificaría como una "serie mala". Bastante predecible y con actuaciones forzadas a más no poder. Sin embargo, es de las que empiezas y sabes que vas a seguir viendo.
La acción comienza en España, tras la Segunda Guerra Mundial. El Bárbara de Braganza, un trasatlántico último modelo, zarpa hacia Río de Janeiro. En su interior viajan las hermanas Villanueva, que han perdido recientemente a su padre, acompañadas de su tío y del prometido de una de ellas, que es uno de los armadores del barco.
En el trayecto comienzan a suceder desapariciones y asesinatos en los que las hermanas se ven, irremediablemente, involucradas. También conoceremos a parte de la tripulación (al capitán, al oficial Vázquez…) y a miembros del pasaje de la clase más humilde que van a Brasil en busca de un futuro mejor.
Hasta aquí el argumento pinta bien y tiene ingredientes para ser interesante. El problema son las actuaciones y la musiquita que acompaña a algunas secuencias, que hace que dé la sensación de que más que una serie de misterio es una comedia.
Especialmente llamativos son los casos de Carolina Villanueva (Alejandra Onieva), que abre tanto los ojos que parece que se le van a salir, y del oficial Nicolás Vázquez (Jon Kortajarena), que no tiende a mover un músculo de su cara, ni a cambiar su tono de voz.
Pese a todo, como decía, engancha y entretiene. La segunda temporada arrancará con la llegada de unos náufragos a los que auxilian y que, cómo no, traen misterios consigo. ¿Mantendrá el mismo tono o los nuevos personajes harán que varíe? Estaremos atentos para verlo y contarlo…
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